Artículo publicado en el medio digital de Plataforma de Arte Contemporáneo el 11 de enero de 2019
Por RICARDO RECUERO
“Congregados los sentidos, surge el alma. Había que Esperarla”.
Adolfo Bioy Casares
Si deseáramos realizar un ejercicio de síntesis por el cual definir en una frase la temática de la nueva exposición de Jean Carlos Puerto, podríamos concluir que esta sería: La pintura como artefacto para contrarrestar ausencias.
Desde una intensa lectura del Manifiesto del Nuevo Realismo de Maurizio Ferraris y en extensión de las tesis de Graham Harman y otros pensadores vinculados a la corriente del Realismo Especulativo, el artista realiza una auténtica apología de la mímesis como estrategia para la aprehensión de lo real.
A través de doce óleos y cinco dibujos preparatorios el artista nos sitúa en ese umbral, al cual corresponde el título de la exposición, lugar de incertidumbre desde el cual reflexionar acerca de la mirada como vínculo y la pintura como vía para llegar a la esencia de las cosas.
La exposición se estructura en base a dos piezas, la magistral Sopa de cebolla, verdadera piedra angular en la producción del artista y Umbral. Entre ellas y de manera extensiva con el resto de obras, se establece un diálogo que da coherencia a su trayectoria al ensamblar lo que viene siendo su doble vía temática constituida básicamente por unas piezas costumbristas de alto calado Introspectivo, que aquí adquieren una dimensión ritual y aquellas otras determinadas rotundamente por el desnudo masculino y el cuerpo como exaltación de lo vital.
La exquisita atención a la naturaleza sensible de las formas, la luz y el color de la primera, va a contrastar con la expresividad tenebrista, casi barroca de la segunda, en la que incluso podemos llegar a advertir un auténtico ejercicio “monócromo”, homenaje a la magistral pieza de Richard Serra Double Rift , determinado en la profunda oscuridad del vano que estructura la pieza.
Encontramos en este proyecto un enorme paso hacia la madurez pictórica, un crecimiento tanto a nivel plástico como en su dimensión conceptual, de un artista que ya ha demostrado estar dotado de una auténtica habilidad natural en el manejo del pincel. La dialéctica entre lo íntimo y lo público, entre deseo y realidad, entre aquello que se percibe y aquello que en realidad es, elementos constantes en su obra, quedan en este trabajo perfectamente establecidos y demarcados.
Tras ese intenso viaje de la mirada, el artista parece querer concluir que si bien la realidad se antoja como un rizoma complejo, en ocasiones difícilmente inteligible, es y solo será en el ámbito de lo sensible, a pesar de sus engaños y retruécanos donde hallaremos la posibilidad de interactuar. Es y solo será a través de lo “sensual” donde nos podremos re-conocer.
La exposición se enriquece con una pequeña pieza audiovisual que se anuncia como un nuevo territorio de experimentación del artista. Ejecutada en colaboración con el joven realizador Joaquín Ros Rivera, parte del mito del fuego y el algodón, parábola recurrente en los escritos de los citados Harman o Ferraris, para elaborar un magnífico juego de relaciones panestésicas. Así, la ontología orientada a objetos queda sutilmente vinculada a la Resonancia Schumann, aquella que estableciera en 7.8 hercios la frecuencia a la que vibra una determinada zona del hipotálamo del cerebro y que extrañamente coincide en el mismo valor con la frecuencia de la resonancia magnética de la tierra.
Umbral desprende verdad en su totalidad y lleva a lugares perfectos el misticismo de lo cotidiano con el tenebrismo de lo interior. Establece intensos vínculos con la esencia de lo visible y se auto-determina como un recuperado, necesario y profundo elogio de la figuración.
*Fotografías: Mª José Puche
Artista: Jean Carlos Puerto
Fechas: Del 11 al 23 de enero de 2019
Lugar: Galería Léucade, Murcia